Entramos en el palacete del alcalde de Madrid .
El político y alcalde de Madrid, Joaquín Sánchez de Toca, adquirió en 1880 una parcela en el barrio de Chamberí para construir su residencia familiar. El proyecto fue encargado al arquitecto Arturo Calvo Tomelén.
El edificio se construyó con los materiales tradicionales de la arquitectura madrileña: zócalo de cantería de granito y muros de fábrica de ladrillo y piedra blanca en los detalles decorativos.
El inmueble constaba de tres pisos y semisótano. En la planta baja se instalaron las habitaciones privadas de la familia, comunicadas con el jardín posterior. En la planta principal se distribuían los salones y gabinetes y, en el último nivel, estaban los cuartos de la servidumbre. El sótano se destinaba a cocinas y dependencias de servicio.
En 1886, el palacio fue vendido al senador Justo San Miguel y Barona, I marqués de Cayo del Rey. Tras su muerte su hijo se quedó con el palacio y encargó, en 1910, la reforma del inmueble a uno de los arquitectos preferidos de la nobleza, Joaquín Saldaña López, quien proporcionó al palacete una nueva imagen elegante y cosmopolita aunque la fachada mantuvo el diseño de Calvo.
El acceso se realiza por la calle Fernando el Santo nº 6, desde la que se ingresa a un espléndido zaguán abovedado y decorado en un estilo neobarroco, desde donde sale la escalera oval, iluminada por un lucernario escamado, que desemboca en un balcón que permite el acceso a la planta noble.
Un elegante hall comunica los salones de fachada con los del jardín, incluidos el denominado amarillo, el salón rojo y el comedor.
En la crujía del jardín se disponen el gabinete o saleta rosa, el despacho y los salones verde y de la boiserie, decorada con maderas nobles.
Tras la Guerra Civil el palacio fue alquilado al Estado brasileño como sede de su delegación diplomática y vivienda del embajador. Poco después, en 1944, los dueños vendieron el palacete con su mobiliario y obras artísticas a la Embajada de Brasil. El edificio ha mantenido sus características originales, pero se han introducido las oficinas de la cancillería en la planta baja. Además, se ha rehabilitado recientemente por el arquitecto Fernando Navarro Bidegaín, que ha intervenido asimismo en el tratamiento del patio posterior.
Este palacete lo pudimos visitar gracias programa de visitas “Bienvenidos a Palacio” en el año 2014. Durante el mismo pudimos conocer la historia del palacio y un poco más de la vida de finales del siglo XIX primeros del XX.
Fuente: Bienvenidos a Palacio 2014
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