Al gran orador .
Hoy volvemos a fijarnos en uno de esos monumentos que adornan la ciudad de Madrid, pero a los que normalmente no hacemos mucho caso.
En la misma plaza a la cual dio nombre podemos contemplar el monumento erigido a Emilio Castelar y Ripoll, obra del escultor valenciano Mariano Benlliure Gil. Esta obra fue costeada mediante una suscripción pública que llegó a recaudar más de las 280.000 pts. que costó y se inauguró el 6 de julio de 1908.
Aunque en un principio se pensó en ubicarla en la actual Plaza de Cibeles (en ese momento Plaza de Emilio Castelar) finalmente acabó sustituyendo a la Fuente de la Castellana (erigida para conmemorar el nacimiento de Isabel II, y de la cual podemos ver parte lo que hoy en Madrid Río) en su ubicación actual. El monumento que hoy nos ocupa se puede decir que hay que contemplarlo, y nunca mejor dicho, en sus 360º, pues en todas sus caras nos se va contando y representando las cualidades y obras del homenajeado.
En su parte frontal podemos contemplar la imagen de Emilio Castelar junto a su escaño en el congreso y en medio de un discurso.
A su derecha se puede distinguir una imagen desnuda que se dice podría representar a la Verdad, o también podría ser la Inspiración o la Elocuencia. Detrás de esta imagen y subiendo una escalinata nos encontramos un grupo realizado en bronce (representando a la Edad Moderna) formado por un obrero, un soldado de uniforme y un estudiante (para el que sirvió de modelo el propio hijo de Benlliure).
Por la escalinata situada a la izquierda podemos ver las figuras en mármol blanco de Cicerón y Demóstenes, grandes oradores.
En la parte trasera del monumento podemos leer la inscripción “LEVANTAOS ESCLAVOS / PORQUE TENEIS PATRIA” sobre ocho figuras desnudas, que representa el trabajo de Emilio Castelar por la abolición de la esclavitud. Sobre este grupo podemos ver un artillero junto a un cañón recordando la reinstauración del Cuerpo de Artillería por Emilio Castelar.
En en centro del monumento y sobre un pedestal podemos contemplar un anillo con el lema “LIBERTAD. IGUALDAD. FRATERNIDAD.”, y sobre el la imagen de tres muchachas al modo de las Tres Gracias.
El monumento merece la pena ser contemplado con tranquilidad y “unos buenos prismáticos” pues contiene multitud de detalles y su simbología que a simple vista no se pueden ver y más al estar el monumento en una rotonda no accesible al peatón.
Fuente : Monumentamadrid
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