Una cúpula de impresión .
Hoy vamos a visitar una iglesia bastante desconocida de Madrid aunque a casi todos nos suene su nombre, o mejor dicho el nombre por el que la conocemos todos. Vamos a intentar conocer un poco más la Real Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, o para que nos entendamos todos, vamos a intentar conocer un poco más la Real Basílica de San Francisco el Grande, denominada así por los madrileños debido al nombre de su fundador y por su tamaño.
Decimos que es poco conocida porque, aunque casi todos hayamos contemplado su imponente exterior, muy pocos, o no tantos como se merece, han entrado a verla, y hoy vamos a intentar “picaros” para que os entren las ganas de hacerlo.
Nada más entrar, y ya para dejarnos con la boca abierta, nos encontramos situados bajo una cúpula de 33 metros de diámetro, lo que la coloca como la cúpula más grande de España y la cuarta de Europa. Tal grandiosidad se debe a fray Francisco Cabezas, cuyo diseño fue elegido en vez del presentado por Ventura Rodríguez, pero no pudo ver terminada su obra y aquí empezaron los problemas en las obras, pues el diseño original empezó a ser cuestionado, y finalmente rehecho, por ejemplo rebajando la altura de la cúpula.
El templo fue inaugurado finalmente en 1784 y acabó terminándolo Sabatini, al que se le encargó la obra. Aunque no fue hasta 1878 cuando se dio por concluido realmente, una vez finalizada su decoración interior.
A lo largo de su “vida” este templo ha sufrido diversos desperfectos y también diversas funciones, algunas muy diferentes de para lo que fue creado. Su última rehabilitación concluyó en 2006, aunque no fue completa y hay partes del mismo que necesitan ser bastante “arregladas”.
Una vez sobrepuestos a la imagen de la cúpula y su excelente decoración hay que iniciar el “peregrinaje” por las diferentes capillas localizadas alrededor del centro de la basílica, de nuevo nos encontramos con excelentes obras, algunas de artistas tan ilustres como Goya, Salvador Maella… Lástima que solo se iluminen a la hora de la visita guiada, y cuando las están enseñando, en otro momento las luces se encuentran apagadas. Esperamos algún día poder visitarlas y fotografiarlas como se merecen.
Una vez contemplado el templo podemos acceder a dependencias interiores, como la sacristía, que hoy en día forman parte del Museo de San Francisco en Grande.
Una vez finalizada nuestra visita y ya fuera de la basílica nos paramos delante de la puerta del edificio anexo (según se sale del templo, situada a su izquierda), puerta que da acceso a un pequeño templo que a la sombra de esta imponente obra pasa inadvertida, es la Capilla del Cristo de los Dolores de la V.O.T. , otro lugar muy interesante y que merece la pena visitar, y también en la misma calle podemos contemplar el Hospital de la V.O.T. , también merecedor de una visita.
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