Madrid es una ciudad que se disfruta callejeando, olvidándose de los circuitos establecidos, mirando a su cielo y cruzando sus puertas, y hoy vamos a cruzar una de esas puertas que de primeras no nos dice nada, pero que tras la cual se encuentra una de las iglesia más, si no la que más, bellas de Madrid, entramos en San Antonio de los Alemanes.