El 29 de diciembre de 1.711, el rey Felipe V aprobó el plan que le presentan su confesor Pedro Robinet y Melchor de Macanaz para crear una Real Biblioteca. Su primera sede se localizó en el pasadizo que unía el Real Alcázar de Madrid con el convento de la Encarnación. La Real Librería se abrió al público el día 1 de marzo de 1.712.