El lugar donde nació el Santo
Después de más de 30 años cerrada, la Real Archicofradía de San Pedro, San Andrés y San Isidro reabrió en 2018 la capilla situada en la calle del Águila número 1. El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro bendijo con anterioridad la capilla y planteó la posibilidad de que volviera a ser lugar para el recogimiento y la oración de los madrileños. La Archicofradía recogió esta iniciativa y el oratorio se abre todos los días 4 de cada mes de 10:00 a 14:00 horas, celebrándose una eucaristía a las 13:00 horas (si el día 4 coincide en fin de semana, se abre el lunes posterior en el mismo horario).
Se abre ese día del mes porque según cuenta la tradición, San Isidro nació el 4 de abril de 1082, precisamente en la casa que estaba situada en esta dirección. Isidro será reconocido como santo en 1622 por el papa Gregorio XV. Entre medias, más de 430 milagros, buena parte de ellos relacionados con el agua.
En 1673 la archicofradía ya era propietaria del edificio ubicado en la calle del Águila, 1, donde tenía su sede y existía un oratorio dedicado a dar culto a san Isidro Labrador. Así se ha mantenido pues, según la tradición, fue el solar donde nació san Isidro y pasó sus primeros años de infancia. El edificio ha sufrido diferentes visicitudes, y la capilla actual forma parte de la edificación de 1896 aunque no es la original ya que ha sufrido diferentes reformas, la última la que se ha cometido para la reapertura de la misma. Después de más de 30 años cerrada, el deterioro que había sufrido el oratorio era palpable.
La talla de San Isidro que se conserva en su interior tiene un valor artístico importante al tratarse de una imagen del siglo XVIII, aunque no se conozca quién es el autor. Detrás del altar nos encontramos un cuadro del pintor romántico Rafael Tegeo que representa a Cristo crucificado, firmado por el propio pintor en el año 1854. También son interesantes los tapices que cuelgan en las paredes laterales del oratorio. Se trata en definitiva de una capilla pequeña pero de interés artístico que invita a la reflexión y al recogimiento.
Para finalizar queremos agradecer al personal de la Real Archicofradía el habernos permitido acceder a la capilla para poder realizar nuestro reportaje fotográfico, así como el habernos enviado toda la información sobre la capilla, que aquí os hemos transcrito.
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