De María Cristina de Borbón al Marqués de Salamanca
En mayo del año pasado tuvimos la oportunidad de entrar a conocer la Finca de Vista Alegre, un lugar al que habíamos intentado entrar en varias ocasiones, pero no ha sido hasta este 2021 cuando se han abierto sus puertas al público y nos hemos dado un paseo por su interior. Y hoy os lo enseñamos.
Algo de historia
En 1832 la reina María Cristina de Borbón, cuarta esposa de Fernando VII, compró la quinta de recreo público de Vista Alegre al coronel Pablo Cabrero y a su esposa, doña Josefa Martínez Artó. Esta quinta de recreo que contaba con un casino, una casa de baños y una gran huerta y jardín había sido inaugurada unos años antes, en 1824, con la pretensión de ser un buen negocio, algo que no ocurrió. Los terrenos donde se situó la quinta habían sido comprados en 1823 a su vez al comerciante y promotor don Francisco Ignacio de Bringas, quien los había obtenido poco antes al adquirir la finca con la casa de campo del que fuera médico de su majestad Higinio Antonio Llorente, confiscada durante la Invasión Francesa, y luego recuperada.
Esta primera finca de Higinio Antonio Llorente fue organizada a partir de 1802, y su casa de campo reformada fue la que dio paso primero al casino y posteriormente al Palacio Viejo.
Una vez adquirida la quinta de Vista Alegre, la reina María Cristina adquirió una serie de fincas adyacentes ampliando considerablemente la superficie de la misma.
A lo largo de la finca se fueron construyendo diversos edificios y elementos decorativos, algunos de los cuales aún perviven, como las caballerizas, la ría, o la casa de Buena Vista.
Por otro lado, a pesar de que el denominado Palacio Viejo era el palacio representativo de la finca, en 1834 se ordena levantar un nuevo palacio en la misma, el denominado Palacio Nuevo o Casa del Duque de Riansares, y se elige para ello al arquitecto Martín López Aguado. Aunque este palacio no se terminó hasta 1863, siendo ya el propietario de la Finca el marqués de Salamanca.
En 1840 con el destierro de María Cristina se la confiscan todos sus bienes, que recupera cuatro años después al regresar a España como reina madre. En 1846 dona la finca Vista Alegre a sus hijas Isabel y Luisa Fernanda, pero como no se podía dividir, doce años después toman posesión de la misma Luisa Fernanda y su marido el Duque de Montpensier, los cuales la tuvieron poco pues se la vendieron al banquero José de Salamanca el 12 de febrero de 1859 por 2.500.000 reales.
Al fallecer en 1883 el marqués de Salamanca, y debido a las deudas que había dejado, la Finca de Vista Alegre fue vendida por sus herederos al Estado en 1886. Desde ese momento y hasta el día de hoy la Finca de Vista Alegre y sus dependencias han sido usadas por diversos organismos e instituciones, perdiendo parte de la extensión de sus jardines al levantarse en ellos diversas edificaciones nuevas.
El pasado 1 de mayo de 2021 la Finca de Vista Alegre se abre al público después de unas labores de restauración que hoy en día continúan.
Empezamos el recorrido: La Estufa Grande
El primer edificio que encontramos en nuestro paseo es la denominada Estufa Grande. Las estufas eran invernaderos dedicados a plantas exóticas, por lo que disponían de calefacción. La Estufa Grande se compone de dos pabellones laterales y un templete central y circular por el cual se tiene acceso. El edificio original fue destruido parcialmente durante la Guerra Civil, y el ala más cercana al Palacio Viejo fue reconstruida por la Dirección General de Regiones Devastadas entre 1940 y 1942.
El Baño de la Reina
A cada uno de los lados de la Estufa Grande había un pabellón, en el lado apuesto del Palacio Viejo uno de servicio, desaparecido durante la Guerra Civil, y al lado del palacio el aún existente Baño de la Reina. Este baño aprovechaba el mismo calor que se usaba para recrear el clima tropical en la Estufa Grande.
El Palacio Viejo, o de la Reina Cristina
Como ya hemos comentado, el Palacio Viejo tiene su origen en esa primera casa de campo levantada por Higinio Antonio Llorente, posteriormente reconvertida en Casino, y a la que se le anexionó el Baño de la Reina y la Estufa Grande, creando así una “barrera” entre el exterior de la Finca y los jardines que mantenía la intimidad de la misma.
Una vez adquirida la finca por el Estado, entre 1889 y 1891 el palacio fue acondicionado para acoger el Colegio de la Unión, de huérfanas de militares, que permanece allí hasta el inicio de la Guerra Civil. Una vez terminada la guerra, el edificio es reconstruido y ampliado entre 1940 y 1942, uniéndolo con la que fuera Casa de Bella Vista mediante un corredor porticado de dos alturas. De nuevo pasa a ser la sede del colegio, con las Hijas de la Caridad al frente del mismo.
Actualmente es sede del Centro Regional de Innovación y Formación Las Acacias.
Galería y casa de Bella Vista
Como ya hemos dicho, en la reforma del Palacio Viejo de 1940 se realiza una galería que une dicho palacio con el edificio en ese momento usado como Colegio de ciegos, en su día la casa de Bella Vista, levantada en un inicio para la exposición de aves disecadas y biblioteca. Esta galería está formado por corredores porticados de dos niveles en ángulo, unidos por un torreón que resuelve el desnivel.
De la citada casa de Bella Vista, poco queda de la que debía ser una de las edificaciones más bellas de la Finca. Hoy alberga el Centro de Educación de Personas Adultas Vista Alegre.
Buscando en nuestro archivo hemos encontrado una fotografía del año 2015 de la citada galería, tomada desde el exterior, y se puede apreciar el estado de abandono en el que estaba por esas fechas.
Caballerizas
Son obra de Narciso Pascual y Colomer, realizadas al mismo tiempo que trabajaba en el Palacio Nuevo.
Palacio Nuevo, o del Marqués de Salamanca, o del Duque de Riansares
La asiduidad con la que la Reina María Cristina acudía a la Finca de Vista Alegre a raíz de su boda secreta con el sargento de su guardia de corps, Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, parece que fue la causa para levantar este palacio y así construir una nueva residencia principal, más grande y situado en una posición más céntrica de la finca.
Situado en los terrenos que ocupaba la fabrica de jabón de los Cinco Gremios Mayores de Madrid, su obra fue encargada a Martín López Aguado, el cual trabajó solo entre 1833 y 1835, ya que fue despedido debido a la lentitud de las obras. Desde entonces, y hasta 1840, año del destierro de la reina, es el arquitecto Juan Pedro Ayegui quien lleva a cabo las obras en el palacio. A su vuelta, 4 años después, es el arquitecto mayor de palacio, Narciso Pascual y Colomer, quien se encarga de retomar las obras del mismo, siendo el autor de alguna de las estancias más interesantes, como el vestíbulo. Es el mismo Pascual y Colomer quien realizó algunas obras en el palacio durante la propiedad de las hijas de la reina, y finalmente, durante la propiedad del marqués de Salamanca pudo terminarlo, incluyendo algunas de las salas más importantes del mismo, el Salón Árabe, hoy en día prácticamente desaparecido aunque se comenta que algo se ha mantenido (algo que esperamos poder comprobar algún día). El palacio fue inaugurado en 1862.
Una vez en poder del Estado el palacio sufrió grandes alteraciones para adecuarlo a las nuevas funciones, siendo ocupado por el Asilo de Inválidos del Trabajo y posteriormente por el Centro Público de Educación Especial María Soriano.
Jardines
A lo largo de la Finca existen jardines de diversos estilos: un jardín de estilo romántico frente al Palacio Viejo, con la denominada Plaza de las Estatuas por tener diez esculturas de mármol, de las cuales hoy en día solo quedan sus pedestales; el “Parterre”, de estilo neoclásico, situado delante del Palacio Nuevo, y organizado alrededor de tres fuentes diseñadas por Narciso Pascual y Colomer, con una fuente central más grande denominada “de los Caballos”.
Y recorriendo el jardín romántico nos encontramos con una ría, que surge de una montaña artificial y por la cual en su día navegaban barcas para disfrute de los “invitados a palacio”.
Por el resto de la Finca
A lo largo del paseo por la Finca también podemos ver restos de diversas construcciones, siendo la más importante la de lo que fue una fábrica de jabón perteneciente a los Cinco Gremios Mayores de Madrid, y que al pasar a integrarse en la Finca de Vista Alegre se transformó en la Casa de Oficios. También sirvió la planta noble como residencia palaciega del esposo de María Cristina, Agustín Fernando Muñoz y Sánchez.
Finalizando la visita
Finalizamos la visita con ganas de volver y ver si han recuperado nuevos espacios en el Palacio Nuevo, o ver como avanzan los jardines. Os animamos a visitar la Finca, y os dejamos abajo el enlace para poder reservar plaza para visitarla, las primeras semanas de apertura fue complicado obtenerla, pero actualmente es bastante fácil.
Esperamos que os haya gustado nuestra visita, y os deseamos a todos salud.
Fuentes y más información
- Libro “Palacios de Madrid”. De Miguel Lasso de la Vega Zamora
- Página de la Comunidad de Madrid. Información y petición de cita para la visita
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