Un palacio con mucha historia en su interior

Seguimos conociendo palacios, aunque en este caso abandonamos la zona del ensanche del Paseo de la Castellana y finales del XIX, principios del XX, para irnos al barrio de San Andrés y el siglo XVII, cuando los marqueses de Villafranca, junto con la casa del Infantado, deciden establecerse en esa zona dando así inicio al desarrollo de esa zona.

Hoy nos vamos a conocer el Palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería.

El legado de don Pedro

La entrada al palacio se encuentra en la calle Don Pedro, y el nombre de la misma es en recuerdo de Pedro Álvarez de Toledo y Colonna, V marqués de Villafranca, quien compró los primeros terrenos en esta zona para establecer sus casas principales a partir de 1608. Estas adquisiciones continuaron realizándose por sus sucesores hasta llegar al VII marqués de Villafranca. Esta relación de la familia con la zona llevó a darle el nombre a la calle en en siglo XVIII.


El palacio del que hoy nos ha llegado parte empezó a construirse entre los años 1717 y 1734, su extensión era mucho mayor a la que se puede ver hoy actualmente, ocupando la manzana entera, situada entre las calles Redondilla, Mancebos, Don Pedro y la Plaza de los carros. El encargado del proyecto fue Francisco Ruiz, discípulo de Felipe Sánchez.
El palacio fue pasando a los herederos del marquesado, hasta llegar al XI marqués de Villafranca, casado con María Teresa Cayetana de Silva, que no tuvo descendencia y el palacio acabó en manos de su sobrino.
En 1872 el palacio pasó a manos del matrimonio formado por el conde de Velle y la marquesa de Pinohermoso, quienes decidieron renovar la decoración de las salas principales del palacio, y para ello le encomendaron la tarea al polifacético Arturo Mélida.


Debido al alto coste de mantenimiento de un palacio tan grande, este se fue vendiendo en partes. En 1965 se vende la parte noble del palacio a una empresa hostelera que abre el restaurante “Puerta de Moros” en ella. En 1989 esa parte pasó a manos de la “Agencia Estatal de Aceite de Oliva”, y ya desde 2005 la Real Academia de Ingeniería es su ocupante.

En la zona donde se situaban las cocheras, las cuadras y el jardín se situó un colegio de la congregación del Sagrado Corazón, que en 1901 fue derribado para levantarse uno nuevo.
El resto de la manzana está ocupada casi toda por zona residencial, pudiéndose contemplar en ella partes del antiguo palacio como alguna entrada o la escalera principal.

El palacio

Comenzamos nuestra visita al palacio. Cruzamos el zaguán, y subiendo la escalera que allí se encuentra, llegamos a la primera planta donde empezamos nuestro recorrido.


La primera sala a la que accedemos actualmente funciona como despacho, y la particularidad que tiene es que la decoración, al contrario que la de casi todo el palacio, no es de Arturo Mélida. En el techo podemos ver una serie de pinturas realizadas por el gallego Joaquin Vaamonde, pintor que fue presentado al Conde de Velle y a su esposa por la escritora Emilia Pardo Bazán durante alguna de las muchas reuniones culturales que allí se celebraban. Aparte de dichas pinturas, de este despacho cabe reseñar la mesa allí situada, del siglo XVIII.


La siguiente sala a conocer es el antiguo gabinete, cuya decoración ya corresponde a Arturo Mélida, y donde destacaremos su techo y la impresionante chimenea, de estilo barroco, ambos realizados en madera. En la decoración de esta chimenea podemos encontrar varios angelitos representados, según parece, en honor a uno de los hijos fallecido del artista.


Del gabinete pasamos a la que fuera biblioteca del palacio, también denominada sala renacentista por la decoración que hay en el techo, y actual despacho del Secretario General de la RAING. Sala también decorada por Arturo Mélida donde mejor de demuestra su inconfundible estilo ecléctico, mezclando porcelana, madera e hierro. Los platos de cerámica situados en el techo seguramente sean una de los elementos más inconfundibles de esta sala. La mesa que podemos ver en este despacho es la pieza más antigua que se puede ver en el palacio, siendo del sigo XVII.


Pasando por la salita donde se localizaban los músicos durante las veladas en el palacio pasamos al Salón de Baile, de un cierto estilo pompeyano, donde, de nuevo, la decoración, en tonos claros y dorados, es obra de Arturo Mélida, y está iluminada por una magnífica lámpara de Bohemia. Entre las pinturas que allí encontramos podemos ver representadas las cuatro estaciones encima de las puertas.


La última sala a la que pasamos es la que fuera comedor, donde algunas piezas de mobiliario más actual están rodeadas de muebles realizados en nogal de tonos muy oscuros correspondientes al uso original de la sala. De nuevo encontramos el techo de madera, y al igual que en otras salas, podemos pasearnos por encima de una alfombra realizada por la Real Fábrica de Tapices.


Salimos de la planta noble para descender hasta la planta baja donde nos encontramos con una de esos elementos arquitectónicos que hacen único este palacio, un lienzo de la muralla cristiana del siglo XII, de unos 20 metros de largo por 4,5 metros de alto, siendo el trozo de muralla más largo que se conserva en Madrid, y que se encuentra en excelente estado de conservación.


Siguiendo el paño de la muralla en dirección a un aseo de señoras, y descendiendo de nuevo un poco más, llegamos hasta la segunda sorpresa del palacio, una pequeña parte de un viaje de agua, hasta hace unos años el único al que se podía acceder en Madrid (hoy se puede visitar parte del Viaje de agua de Amaniel). Parece ser que durante su época como restaurante este lugar era utilizado como bodega.


Salimos al patio interior donde podemos observar la galería de hierro que rodea la planta noble.

Y nos vamos 

Desde el patio ya volvemos al zaguán dando por finalizada nuestra visita a este singular paseo por la historia dentro de un palacio, y esperando que os haya gustado.

Este palacio hemos tenido la oportunidad de verlo varias veces, y las fotografías usadas son de esas diferentes visitas que hemos realizado, por lo que puede que la disposición de muebles cambie de una a otra.

Salud para todos.


Fuentes y más información


Álbum de fotos


¿Dónde está?

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