Aunque cada vez menos, y los que hay poco a poco parece que tienden a su desaparición, los pasajes comerciales tuvieron su importancia a finales del siglo XIX y primeros del XX, podríamos decir que fueron la antesala de los grandes centros comerciales actuales, calles por donde pasear al mismo tiempo que se podía contemplar lo que se ofrecía en los escaparates de las diferentes tiendas que allí había.
Los primeros pasajes comerciales en Europa fueron los de París, y poco a poco se fueron creando pasajes en las principales ciudades europeas, muchos de los cuales tomaron los creados en la capital francesa como modelos, como ocurrió en Madrid. Y aunque hoy en día se pueden admirar algunas de estas construcciones en el resto de países europeos, no así aquí, donde los más antiguos o han visto cambiada su fisonomía, o están prácticamente abandonados, o simplemente han desaparecido.
Nosotros hemos decidido realizar una de nuestras rutas buscando algunos de los pasajes comerciales que quedan en pie en Madrid y esperamos que esta entrada en la web os anime a querer sabe un poca más de ellos y a visitarlos.
Pasajes Comerciales
Pasaje Mateu o Matheu
Este pasaje se levantó en terrenos expropiados al convento de la Victoria entre las calles de Espoz y Mina y de la Victoria, su construcción se inició en 1843 y se termina en 1847, llevándola a cabo Antonio de Herrera de la Calle. El impulsor de este pasaje fue Manuel Mateu, que decide construir en ese lugar viviendas y un pasaje comercial.
La galería tenía dos pisos, y medía 141 metros de largo y 8’5 metros de ancho, estaba cubierta en el centro por una estructura acristalada. La decoración buscaba igualar las de las galerías francesas, tan de moda en esa época.
Hoy en día el Pasaje Mateu no conserva su bóveda acristalada, y sus tiendas han sido sustituidas por restaurantes, pasando de ser una galería comercial a una pequeña calle de comunicación , aunque conserva el nombre de lo que fue en el pasado.
Pasaje Murga o Pasaje del Comercio
Situado entre las calles de la Montera (en el nº 33) y la de Tres Cruces (en el nº 4), este pasaje lo mandó construir el empresario vasco don Mateo de Murga y Michelena. Las obras empezaron en 1846 y fueron encargadas a Juan Esteban Puerta, arquitecto de la Real Academia de San Fernando. Fue tercer pasaje comercial de la capital, después del mencionado anteriormente Pasaje de Matheu y del Pasaje de Iris (hoy desaparecido).
Fue inaugurado el 9 de noviembre de 1847, y tuvo bastante importancia comercial durante varios años. Si queréis conocer más sobre su historia os recomendamos ver el blog de Antiguos Cafés de Madrid.
Hoy en día este pasaje contempla el movimiento incesante de gente por delante de su puerta, pero si nos introducimos en el, de repente parece que el mundo se para, unos pocos paseantes que buscan cambiar de calle o algún curioso en las pocas tiendas que quedan, son los únicos viandantes con los que nos cruzamos.
Este pasaje es el más antiguo que se conserva en Madrid, y ha sufrido el paso del tiempo y sobre todo, los cambios comerciales de la zona.
La Gran Galería
El siguiente pasaje comercial que vamos a recorrer está situado a la altura del número 5 de la calle de San Bernardo, donde se abre directamente a la calle, y conecta con la calle de Isabel la Católica nº 6, por donde se accede mediante una puerta.
Esta zona comercial se sitúa entre dos edificios, destacando uno de ellos, el más cercano a Gran Vía, que fue diseñado para la Compañía Inmobiliaria Metropolitana por los arquitectos Joaquín y Julián Otamendi y se levantó entre 1945 y 1949 en el solar de la desaparecida Residencia de la Compañía de Jesús que se incendió en 1931. Situado entre las calles San Bernardo, Isabel la Católica y la entonces denominada avenida de José Antonio, hoy Gran Vía, donde se sitúa la fachada principal, fue la construcción de mayor envergadura realizada en Madrid durante la década de 1940, con un coste de 115 millones de pesetas.
El elemento central del edificio es el Teatro Lope de Vega, aunque no el único, pues además en sus inicios contaba con dos hoteles y un gran centro comercial que ocupaba la planta baja del edificio y también la planta que en su día se pensaba destinar a garaje, pero que fue reconvertida para uso comercial, de ahí el nombre con el que se la conocía, “Los Sótanos”. Inicialmente se entraba a esta zona comercial por la Gran Vía, abriéndose paso por San Bernardo en el año 1956.
Como curiosidad comentar que en este centro comercial se abrió en 1970 una tienda de discos, de nombre Discoplay, que con el tiempo creció hasta convertirse en la gran empresa que fue durante muchos años (si tenéis curiosidad podéis ver su historia en su página oficial).
Con el tiempo la gran actividad comercial de “Los Sótanos” fue decayendo, y un poco de esa actividad es la que sobrevive en esta galería.
La galería comercial está compuesta por un largo pasillo en forma de “S”, con tiendas a ambos lados, y en el centro de la misma un portal a cada lado, dando acceso a las viviendas y oficinas, y en cada uno de ellos podemos observar la garita correspondiente para el conserje.
Pasaje de Carretas o Pasaje de los Relojeros
Entre la calle Carretas (nº 12) y la calle de la Paz nos encontramos otro de los pasajes que perviven en Madrid. Este lugar ha sido principalmente ocupado por tiendas dedicadas a la relojería (por eso también se le conoce como Pasaje de los Relojeros). Hoy en día quedan muy pocas abiertas, y posiblemente vayan desapareciendo poco a poco, pero si buscáis donde reparar un reloj, o buscar maquinaria, este es vuestro lugar.
Sobre su historia no podemos decir nada, pues no hemos encontrado la fecha en la cual este pasaje empezó a funcionar.
Como la mayoría de los pasajes que sobreviven al paso del tiempo, entrar en ellos es cambiar del ruido y bullicio al silencio y la tranquilidad. En concreto este pasaje, al menos por la calle Carretas, está casi oculto, y más ahora que están haciendo obras en la calle.
En nuestro caso este es uno de los pasajes al que hemos acudido bastantes veces, siempre buscando piezas para relojes, y cada vez que nos acercamos por la zona, lo atravesamos, y como comentamos, es como cambiar de mundo.
Pasaje de Montera 24
Volvemos a la calle de la Montera, ahora para adentrarnos en el número 24 de esta calle y recorrer el pasaje comercial que allí se abre hasta llegar a la calle Aduana. Este pasaje fue inaugurado en el año 1967 y actualmente parece que tiene bastante vida comercial, no por el número de personas que allí encontramos, que fueron mínimas, si no por el número de tiendas que hay. También se puede usar para “escapar” del gentío de la calle de la Montera, pues la calle de la Aduana suele estar muy vacia.
Arenal 8
Aunque lo vamos a incluir en esta lista, más que un pasaje comercial en la calle del Arenal 8 nos encontramos con un edificio dedicado a locales comerciales principalmente, el cual podemoa atravesar desde la calle del Arenal hasta la calle de Tetuán.
El edificio fue abierto en los años ochenta y como curiosidad hay que comentar que en este edificio reside el conocido Ratoncito Pérez, exactamente en una caja de galletas Huntley, y, como no podía ser de otra forma, el edificio también alberga la Casa-Museo dedicada a tan insigne personaje creado por el jesuita Luis Coloma. Podéis conocer más sobre esta historia en la web del museo.
Pasaje de la Mutualidad
Finalmente no queremos dejar de mencionar el último pasaje que no ha podido aguantar el paso del tiempo, el Pasaje de la Mutualidad.
Este pasaje comercial que estaba situado entre la calle Fuencarral (en el nº 77) y Corredera Alta de San Pablo (en el nº 10) hoy en día está cerrado y junto a todo el edificio está en obras para la construcción de un nuevo edificio de viviendas de lujo.
Promovido por la Montepío Nacional de Previsión Social de los Productores de la Dependencia Mercantil, fue construido a primeros de los años 50, y como el resto de pasajes comerciales, después de su época de esplendor poco a poco fueron decayendo y las pocas tiendas que tenían fueron abandonandolos. La última tienda en abandonar el pasaje fue la joyería Monge en 2016.
El edificio después de pasar por varias manos acabó en manos de un fondo buitre para luego ser vendido para crear pisos de lujo.
Podéis conocer como era este pasaje un poco más en el blog de Arte de Madrid.
Plano de la ruta
cargando mapa – por favor, espere…
Fuentes y más información :
– Guía de la Arquitectura de Madrid de la Fundación COAM
– Madrid Histórico
– Memoria de Madrid
Sin comentarios